Los numerosos ejemplos en la sublime misión de ser madre

| 14 Mayo, 2023

Toni Spoliansky*

El Día de la Madre es un día en el que podemos unirnos en la fe, la firmeza y el amor para celebrar la generosidad y la bondad de Dios, que nos hace este regalo especial y esencial que recibimos en nuestras vidas: el tesoro de tener una madre.

En el sentido más alto y espiritual de este día, elevamos nuestro pensamiento a María, nuestra Santísima Madre, la madre de Jesús y de todos. María, la madre más amorosa que nos trae cariño y consuelo cuando lo necesitamos, mostrando el profundo amor que tiene por nosotros. Cada día, ella cuida de todos nosotros, sus hijos, llenando nuestros corazones de su Luz pura y fina para que podamos compartirla con los demás, especialmente con nuestros propios hijos. El amor de María es una gracia con la que podemos contar incondicionalmente. Con la fe de que Ella está constantemente presente en nuestras vidas y en nuestros corazones, podemos recibir su amor y transmitirlo a los demás. De este modo, su amor es infinito.

Y dentro de este amor que recibimos de María, en este día también podemos alabar a la Madre Naturaleza, que gira la Tierra para que nos beneficiemos del amanecer y atardecer del Sol, de las fases de la Luna, de las estrellas, de los ciclos de las estaciones, de las aguas, de la vegetación, de los animales y de la naturaleza humana de las personas más cercanas a nosotros. Disfrutar de las bellezas de la naturaleza, especialmente a través de los ojos de nuestros hijos, nos ayuda a ser más felices y a apreciar aún más lo Divino.

Una sublime misión

La União do Vegetal es un lugar donde puedo conocer más acerca de María y encontrar una conexión más profunda con la Naturaleza Divina. Por eso estoy agradecida al Mestre Gabriel por crear un lugar tan especial. Tenía 27 años cuando llegué para beber el Vegetal por primera vez, y aunque tenía el deseo de ser madre algún día, no sabía mucho sobre Nuestra Señora y no tenía amigos cercanos que tuvieran hijos. Desde el momento en que llegué a la União, este deseo se transformó en mí en un querer más profundo. Comencé a conocer más acerca de María, y de cómo ella se entregó para ser la madre de Jesús, criándolo en un clima de verdad y humildad, preparándolo hasta que se presentó a la humanidad. El amor que ella tiene por su Divino Hijo, transmitido a nosotros a través de Él, comenzó a despertar en mí el amor que yo era capaz de tener por los hijos que un día tendría.

Recuerdo la primera vez que oí los documentos y cómo me llamó la atención la parte que dice: “El Centro Espírita Beneficente União do Vegetal considera la maternidad y la paternidad una sublime misión”. La generosidad de la sublime misión de María, siendo madre de Jesús, es el ejemplo que tenemos para seguir. Y nosotros también podemos formar parte de esta sublime misión, criando a nuestros hijos en hogares de paz y amor, para que poco a poco podamos ayudar a nuestro Mestre a cumplir Su misión de traer Paz al mundo. Por eso el Mestre Gabriel dice que esta paz se dará a través de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.

El ejemplo de una madre Pequenina

Con el tiempo, aprendí acerca de Mestre Pequenina y de todo lo que sacrificó para que todos pudiéramos formar parte de esta Unión. Ella es una persona que, para mí, sirve de recordatorio diario de que, sean cuales sean las dificultades a las que tengamos que enfrentarnos, con coraje y fuerza, pueden ser vencidas. Si Mestre Pequenina fue capaz de soportar todo lo que vivió en la floresta, construyendo la Unión y criando a sus hijos con Mestre Gabriel, y luego cuidando de ellos y de la hermandad cuando él falleció, seguramente yo podré superar lo que sea necesario en mi vida para vencer.

En las Sesiones también empecé a escuchar las verdaderas enseñanzas de tener amor en el corazón y practicar el bien. Empecé a conocer a personas, ejemplos para mí, que ponían en práctica estas enseñanzas en sus vidas. Es un lugar donde encontré muchos buenos ejemplos de madres fuertes, amorosas y dedicadas. La consejera María Irigaray fue una de las primeras madres que conocí en la União do Vegetal. Poco después, conocí a la Consejera Danielle García. Cuando las conocí, cada una estaba criando a un niño de una forma que yo consideraba elegante. Eso me llamó la atención. A lo largo de los años, estas dos mujeres, junto con tantas otras, me han enseñado con su propio ejemplo cómo poner límites con amor y paciencia, cómo cultivar una relación de confianza con mis propios hijos, y lo que significa ser madre.

En vuestro nombre, mis queridas amigas, ofrezco mi amor y respeto a todas las madres de nuestra Sagrada Unión – mujeres con las que podemos compartir y aprender.

Agradezco a mi madre, Lisa, que me dio a luz y que está presente, amándome toda la vida, apoyándome incondicionalmente mientras cumplo con mis responsabilidades profesionales, familiares y espirituales. Aunque todavía no haya bebido el Vegetal, está sirviendo al Mestre Gabriel porque todo lo que hace, por mí y en mi vida, me ayuda a contribuir en la Obra del Mestre.

Inspiración diaria

Me siento afortunada en mi vida por tener a mis dos hijos, Hari (12 años) y Abraham (9 años), que me dan la oportunidad de mejorar cada día. Ser su madre me inspira a querer ser mejor. A veces la vida es ajetreada y tengo que equilibrar el trabajo, la familia y mis responsabilidades en la Unión, pero sé que cada uno de estos pilares apoya a los otros dos: prestar atención a mi trabajo y a mi espiritualidad me ayuda a aprender a ser mejor madre. Del mismo modo, las lecciones que aprendo a lo largo de mi trayectoria como madre me ayudan a crecer profesionalmente y también espiritualmente. Todo esto, para mí, ¡es una alegría!

Agradezco la invitación para compartir unas palabras en este día tan especial. También estoy agradecida a mi marido, Jonathan, que un día, hace ya muchos años, decidió que estaba listo para embarcarse en esta aventura de formar una familia conmigo.

Que nuestro Padre Celestial y nuestra Santísima Madre bendigan a todas las madres de nuestra hermandad: ¡a las madres, a las madrastras, a las madrinas, a las madres de corazón y a todas las madres venideras!

¡Feliz Día de la Madre a todas nosotras!

Toni

*Toni Spoliansky es miembro del Cuerpo de Consejo del Núcleo Jardim Florescendo (Hawthorne, Florida – EUA). También es responsable por la Orientación Espiritual del Núcleo Jardim Florescendo y Secretaria de la 18ª Región de la UDV.

 

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