Hoasca como tema de investigaciones y publicaciones: el protagonismo de la UDV
Teodoro Irigaray*
| 29 mayo 2017
Desde su creación en un seringal de la Amazonia, testimoniado por un pequeño grupo de personas en un ambiente de simplicidad, la Unión del Vegetal creció y llegó a los principales centros urbanos de Brasil, y también a otros países.
En esa expansión, el Centro Espírita Beneficente Unión del Vegetal tuvo que enfrentar prejuicios e intolerancia, librando algunas batallas para asegurar el derecho al uso religioso del Té Hoasca, como su Sacramento, y garantizar su reconocimiento por las autoridades brasileñas como institución de utilidad pública, la cual desempeña un importante papel en el desarrollo moral, intelectual y espiritual de sus socios.
Para que esas vitorias se concreticen, el Departamento Médico Científico del Centro (DEMEC), en sociedad con diversas organizaciones académicas nacionales e internacionales, realizó y apoyó investigaciones, con vistas a confirmar la palabra del Mestre Gabriel, que siempre afirmó: el Vegetal (como también llamamos el Té Hoasca) es inofensivo para la salud.
La ciencia avaló la sabiduría del caboclo, y la comprobación científica de lo que se sabía empíricamente, fue fundamental para impedir que gobiernos usasen falsos argumentos de “salud pública” como justificativa para limitar el derecho constitucional a la libertad religiosa.
El hecho es que esa, todavía pequeña institución religiosa cabocla (hoy con cerca de 20 mil asociados), que siempre se mantuvo discreta, ejerció un protagonismo internacional para romper el prejuicio y asegurar el derecho al uso ritualista del Té Hoasca. Un ejemplo de eso es la victoria en la Suprema Corte de los Estados Unidos, por unanimidad, que garantizó al centro el derecho del uso del Té Hoasca en sus sesiones en aquel país.
La opción por la discreción continúa existiendo, en el sentido de que la Unión del Vegetal no hace proselitismo ni propaganda de los efectos benéficos del Vegetal, y mucho menos campaña para reunir nuevos socios; la mejor “propaganda” de la UDV continúa siendo la conducta de sus asociados.
Con todo, en lo que se refiere a la postura de comedida reserva en la exposición a medios, la dirección del Centro hizo una clara opción por ocupar el espacio que le pertenece: de mayor entidad ayahuasquera existente en Brasil y en el exterior, dando una mayor importancia a la comunicación, para mostrar que, lejos de ser un problema, es parte de la solución para cuestiones socioambientales de la actualidad y para la crisis de la civilización que la humanidad atraviesa.
En esta tarea, algunos académicos, investigadores y científicos que integran los cuadros de la UDV también han dado su contribución en el sentido de estudiar, registrar y divulgar el uso religioso del Té Hoasca en el contexto de la Unión del Vegetal, en sus múltiples interfaces y dimensiones, como patrimonio cultural, de valor histórico, ecológico, antropológico y social. Aunque es importante que esos investigadores, integrantes de la UDV, busquen ampliar cada vez más su protagonismo en los estudios científicos al respecto del Té Hoasca.
Eventos recientes, realizados en Brasil y en el exterior, revelan que el Té Hoasca ha despertado cada vez más un creciente interés internacional. En esos eventos, llama la atención incluso el hecho de que muchos investigadores, con poco conocimiento y experiencia sobre el asunto, escriban y publiquen artículos que están siendo utilizados como referencia en otros estudios.
No es que eso sea un problema, pero cuantas más investigaciones tengamos, dirigidas sobre todo por investigadores con más experiencia y dominio del tema, mayor el conocimiento científico que se puede obtener al respecto del uso del Té Hoasca, en sus más diversos aspectos (químicos, farmacológicos, antropológicos, sociales, entre otros tantos).
En este sentido, es de gran importancia la participación de los socios de la UDV en la realización de esos estudios. En el Centro, existen muchos botánicos, ecólogos, historiadores, juristas, investigadores y científicos, de las más diversas áreas, que pueden y deben contribuir para que, en la historia del uso del Té Hoasca que está siendo escrita, la Unión del Vegetal tenga su contribución reconocida.
Son personas plenamente cualificadas para que sean referencias internacionales en los debates que envuelven el uso del Té Hoasca. Y este es un desafío más que Mestre Gabriel nos pone.
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*Teodoro Irigaray es integrante del consejo de Administración General (CONAGE) y Presidente de la Asociación Novo Encanto de Desarrollo Ecológico.
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